Las series de este curso

Una frase que me gusta es esa que dice que los años empiezan en Septiembre. La verdad es que quien lo dijo tenía toda la razón; en Septiembre empieza todo, el curso escolar, el curso político, los fascículos, las series de la tele… Ahora que ya llevamos unas cuantas semanas dentro de lo que es el curso televisivo me parecía adecuado hacer un pequeño resumen de las que van a ser mis asignaturas fijas este año 2009-2010. Iba a poner estrellas para valorarlas, y luego me he dado cuenta de que a todas les iba a poner la máxima puntuación…

HOW I MET YOUR MOTHER

Empiezo con una serie que es fija para mi, HIMYM ya va por la quinta temporada y se consolida en mi parrilla semanal como los veinte minutos en los que más me río del día. Sitcom de risas enlatadas con ínfulas de Friends (aunque con alcohol duro en vez de café), HIMYM no hace temblar a los seis vecinos más famosos de Nueva York pero les homenajea muy dignamente. La verdad es que me da igual que lleven cinco años explicando como conoció a la madre y que a estas alturas el planteamiento original esté más perdido que Andy&Lucas en una biblioteca; mientras Barney Stinson (Neil Patrick Harris) siga haciendo de las suyas yo seguiré siendo fan de esta serie.

ENTOURAGE

Traducida en España como «El Séquito», esta serie cuenta las aventuras de un chico de Brooklyn ascendido a actor de la flor y nata de Hollywood. Cuando vi el primer capítulo me aburrió y la dejé abandonada en un rincón de mi disco duro, pero este verano me quedé sin cosas que ver y, en vez de estudiar para mis siete exámenes de Septiembre, me dediqué durante dos semanas a verme seis temporadas del tirón con lo que los suspensos estaban asegurados (luego no fue así). La joya de esta serie es Jeremy Piven, que interpreta a Ari Gold, un judío agente de estrellas de cine que encarna todos los arquetipos del perfecto white-collar killer. Mordaz y despiadado, Ari Gold le ha reportado varios Emmys a su intérprete y ha protagonizado la que es, para mi, la mejor escena de la historia de la serie.

GOSSIP GIRL

Decid de mi lo que queráis, pero yo todos los martes tengo una cita pendiente con la crema del Upper East Side neoyorquino para empaparme de sus cotilleos, traiciones, desengaños y maquinaciones. Gossip Girl podría pasar perfectamente por la típica serie para adolescentes hiperhormonados. El clásico Física&Química yanqui, vamos. Pero nada más lejos de la realidad; Gossip Girl tiene un guión cuidado y sin giros imposibles que ya va por su tercer año de éxito, una banda sonora bien escogida y unas interpretaciones creíbles y auténticas. La palma se la lleva Chuck Bass, ese enfant terrible con Visa oro que es el sueño húmedo de todas las chicas que conozco, y el lado oculto del golfo que todos llevamos dentro. La publicidad de la serie, como habéis podido observar, no le va a la zaga.

LOST

Un clásico, ¿no?. Esta serie me engancha tanto que sólo la veo cuando tengo al menos una temporada más «de reserva». Just in case de que me de la neura y el final de cada temporada no me deje conciliar el sueño, siempre es bueno interponer al menos veinte capítulos entre la actualidad y yo. Creo que no hace falta que explique mucho sobre lo que es LOST, y de hecho aunque quisiera no podría ya que ni sus propios guionistas se aclaran, y sin embargo esta serie tiene algo extrañamente atrayente para mi. Bienvenidos a la isla.

HOUSE

Le han salido imitadores en todos los campos. Médicos, abogados, policías.. pero sólo él es el borde original por excelencia. House lleva seis años dando cera a todo el que se cruce por su camino. A pesar de su constante acidez (pH<1) también hemos podido comprobar que tiene un corazoncito latiendo entre tanta Vicodina. House es el médico que nadie se quiere encontrar en la consulta, excepto cuando de lo que se trata es de que te salven la vida.

FLASHFORWARD

No, no me he comido un espacio. El tapado de esta temporada se escribe todo junto. Esta serie de premoniciones temporales está a punto de estrenar su quinto capítulo y sus productores ya han firmado una temporada entera gracias al éxito que ha tenido. Un reparto de lujo con Joseph Fiennes al mando y un guión sin huecos y con cierto toque lostiano hacen de esta serie una candidata fija a ocupar mi ancho de banda del Viernes. Muy recomendable y, aunque soy consciente de la pereza que da ahora que Cuatro la emite casi en directo, es obligatorio verla en inglés.

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UP (11)

Otra obra maestra made in Pixar.

Estos mamoncetes lo han vuelto a hacer. Han vuelto a clavar una película y a asegurarse las alabanzas unánimes de público y crítica durante los próximos 12 meses. Hasta que saquen otra maravilla, vamos. Yo no puedo si no bendecir a Steve Jobs por haber apostado por este pequeño estudio de animación hasta llevarlo a lo más alto del séptimo arte.

Podría decirse que las películas de Pixar se dividen en dos categorías; las que me hacen reir y las que me hacen llorar. Mientras que la mayoría (Toy Story, Monstruos SA, Cars, Los Increíbles, Ratatouille…) están en la primera categoría, sólo hay unas pocas que me hagan llorar. La veda lacrimógena la abrió Buscando a Nemo, un peliculón que lo tenía todo, incluyendo una maravillosa banda sonora firmada por mi predilecto Thomas Newman. Después llegó WALL·E, que puso el listón en las estrellas. Ahora UP sujeta ese listón con millones de globos para elevarlo aún más.

No es posible describir esta película con palabras, no puedo ni resumir el argumento. Recuerdo cuando se estrenó Matrix, que todos los anuncios eran del tipo «No podemos explicar qué es Matrix, tendrás que verlo por ti mismo»; esto es igual. Podría escribir unas cuantas líneas sobre la historia, pero no conseguiría transmitir ni un átomo de las emociones que se experimentan al ver la película.

UP, de una hora y tres cuartos de duración, encandila desde el primer fotograma. Es una historia que lo tiene todo. Tiene amor, tiene aventuras, tiene humor y tiene suspense. No creo que hubiese nadie en la sala que no estuviese absolutamente sobrecogido durante los 104 minutos de proyección. La película, sin ser un prodigio técnico, demuestra con creces que la animación no es sólo un juego de niños. UP no hubiera sido lo mismo si se hubiera filmado en carne y hueso, creo que sólo los trazos de un lápiz (digital) pueden transmitir tanto con tan poco.

Mención aparte para la banda sonora, excelente y apropiada en todos los momentos. Aunque no tiene la importancia que tenía en WALL·E ni la profundidad de los acordes de Buscando a Nemo no cabe duda de que estos yanquis saben que la música es la mitad de una película, y que una banda sonora bien compuesta es la guinda de la excelencia cinematográfica.

Hace tiempo me prometí verla en la noche del estreno, como hice con WALL·E, no quería leer niguna crítica positiva ni negativa, así que llevo varias semanas evitando los periódicos anglosajones. Me habría gustado verla en VO y 3D, pero en Madrid eso es  como pedir que Gallardón no haga obras, así que como iba con la Cuqui, que se pierde en los subtítulos, decidí ir a verla en español en 3D. El punto negativo es que yo creo que esto del 3D es una chorrada que se han sacado los estudios de la manga para cobrarnos más y protegerse contra la piratería, porque yo no noté nada extraordinario. Si acaso la incomodidad de las gafas y la reducción de la anchura de la proyección. También me gustaría saber si las gafas luego se tiran, se reciclan, se reusan o qué, porque tanto plástico no puede ser bueno para el medio ambiente.

La única decepción de la noche fue que no se proyectase el corto previo al que nos tiene acostumbrados Pixar. En esta ocasión se trataba de Partly Cloudy, que yo ya había visto en la web pero que me hacía ilusión verlo en la gran pantalla. Espero que cuando la revea en VO pueda disfrutar de esos 6 minutos de ilusión.

En conclusión, es obligado ir a verla, ya que nadie quedará indiferente. Al que no le guste le garantizo la devolución de su entrada.

UP es arte a 24 fotográmas por segundo.

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Elizabeth & Elizabeth: The Golden Age (6’8)

Este fin de semana me he metido un mini-ciclo sobre la reina Isabel I de Inglaterra, (Elizabeth). Las dos películas, realizadas por Shekhar Kapur cuentan la historia de la llamada «Reina Virgen» que desafió a toda la católica sociedad inglesa para reinar tranquilamente.

La primera película abre con los últimos días de María Tudor en los que la cuestión de la sucesión hace temblar Inglaterra. Elizabeth asciende al trono rodeada constantemente por conspiradores que traman contra su vida, burócratas que solo quieren casarla y cortesanos que la adulan y critican a partes iguales.

La película me pareció entretenida e interesante, a pesar de que se toma unas licencias históricas bastante extravagantes, pero en general cumple con su cometido y consigue que uno se interese por hurgar un poco más en la edad dorada de Inglaterra.

La continuación, Elizabeth: The Golden Age, narra la madurez de la era isabelina centrándose particularmente en el complot de Babington y su desembocadura en la ejecución de María de Escocia y el episodio de la Armada Invencible. Esta película es un poco más inexacta que su predecesora. Principalmente pecan de falta de objetividad porque ponen al pobre Felipe II (grande Jordi Mollá) como un ultracatólico exacerbado que habla de tú a tú con Dios cada cinco minutos. No es que yo sea un españolista acérrimo, pero tampoco le veo el sentido a ridiculizar al hombre más poderoso del orbe en aquella época.

Los dos largometrajes cuentan con inspiradísimas actuaciones de Cate Blanchett y Geoffrey Rush, este último como canciller del reino (cuando en realidad era jefe de inteligencia). Comparten cámara con Richard Attenborough, Eric Cantona, Jean-Luc Cassel, Clive Owen y Joseph Fiennes (que en el mismo año interpretaría a Shakespeare, otro isabelino).

En resumen, un ciclo interesante y entretenido siempre que no se quede en la mera visualización, si no que ésta despierte un interés por investigar los hechos más allá del guión.

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